Prensa italiana
En Italia, en el
siglo XVII, el ascenso de la clase burguesa creó nuevos
espacios para la actividad literaria y permitió el
nacimiento del diario moderno. Las primeras hojas impresas
obtuvieron un éxito inmediato -gracias al lenguaje
simple, coloquial y rico en humorismo- y contribuyeron a crear
una opinión pública moderna, más abierta
e informada: en efecto, estas publicaciones no se leían
sólo en privado, sino también en las plazas
y los cafés, facilitando así el debate y la
discusión. Los intelectuales se reunían en asociaciones
o clubes, y fue así que nació el panfleto, el
artículo periodístico. Las exigencias innovadoras
de la burguesía encontraron en el panfleto un vehículo
de divulgación muy eficaz, para convencer a un público
vasto y no especializado. Se trataba de breves ensayos que
sostenían determinadas tesis sobre temas políticos
o de actualidad; la finalidad era polémica, el tono
era tendencioso, la técnica argumental era rica en
expresiones satíricas y paradójicas.
Las publicaciones
de opinión estaban redactadas por una sola
persona (La Frusta, de Baretti) o por un grupo
(Il Caffè, de los hermanos Verri, 1764-1766);
las noticias de actualidad, política, y crónica
local, así como también los anuncios económicos,
se difundían en las gacetas, que en un principio
se publicaban una vez por semana y, más tarde, diariamente.
En el siglo XIX, la necesidad de refundar la cultura, para
hacer de ella un instrumento de educación popular,
tuvo en el diario un instrumento sumamente valioso, representando
el medio más eficaz para orientar la opinión
pública y guiar concretamente los acontecimientos políticos,
aunque -a causa de la censura del régimen napoleónico-
muchas publicaciones se vieron obligadas a la clandestinidad
o a cerrar sus puertas. A partir de la segunda mitad del siglo
XIX, la imprenta -gracias a las nuevas técnicas de
reproducción fotográfica y a la invención
de la rotativa- permitió realizar grandes tiradas,
capaces de satisfacer el creciente número de lectores.
En Italia, los
diarios desempeñaron un papel central en la
prensa de información. Aún hoy, tres de ellos
se ocupan exclusivamente de deportes. Las tiradas medias son
siempre elevadas: por ejemplo, en un período sin acontecimientos
particulares y en un día diferente del lunes
día en el cual las tiradas son casi el doble ,
el diario deportivo italiano más leído vende
aproximadamente 57.000 ejemplares, acercándose a la
tirada del diario italiano más difundido (87.000 copias).
Los diarios italianos
se clasifican, en función de su contenido, en diarios
de crónica o información, deportivos
y financieros, además, naturalmente, de los
diarios partidarios e independientes.
|